ME DIRIJO A VOSOTROS
“El que guarda Mis mandamientos, éste es el que Me ama … a él Me revelaré” … ¿Sabéis que gran promesa os he dado con estas Palabras? Yo Mismo quiero revelarme a vosotros, quiero comunicarme con vosotros, quiero darme a conocer como vuestro Padre amantísimo desde la eternidad … Quiero hablaros como señal de Mi presencia en vosotros, que por vuestro amor Me habéis preparado Mi morada en vuestro corazones …
El que Me ama, se le ofrece algo precioso; puede oírme, puede percibir Mi voz y tiene una prueba segura de Mi amor por él, porque Yo Mismo Me doy a conocer a él … Así, pues os he dado una promesa gloriosa y he vinculado el cumplimiento de esta promesa únicamente al cumplimiento de Mis mandamientos, de que llevéis una vida de amor … Porque solo el amor hace posible Mi acercamiento a vosotros, solo el amor Me permite estar presente en vosotros.
Cada una de Mis promesas exige de vosotros amor a Mí y al prójimo, porque sólo puedo considerar a vosotros según vuestra fe que primero debe cobrar vida a través del amor … Pero esta promesa significa para vosotros el objetivo más precioso: Yo Mismo quiero venir a vosotros y tomar residencia en vosotros … Quiero mantener la Cena del Señor con vosotros, quiero compartir algo delicioso con vosotros, quiero estar con vosotros en la Palabra Misma y daros conocimiento de Mí Mismo … porque quiero que aprendáis a amarme a Mí, a Quien no conocéis mientras no se haya revelado a vosotros.
Pero nunca podréis participar en esta promesa Mía a menos que os transforméis en amor … Y por eso os di los mandamientos del amor a Dios y al prójimo. A través de estos mandamientos, debéis conocer Mi voluntad; aunque el amor debe practicarse libremente desde dentro, debe ser efectivo. Porque incluso las obras de amor no valen para nada si se realizan bajo coerción. Un mandamiento es ciertamente una coerción, pero el “amor” no puede ser forzado; es algo libre …
Sólo el ser humano debería tomar nota de ello que una vida de amor es lo único que importa si quiere ser bendecido, y por eso le presenté el amor en forma de Mis mandamientos … Porque vosotros, los humanos, aún sois libres de observarlos y cumplirlos o de ignorarlos, porque el cumplimiento de esos mandamientos no tiene un efecto terrenal, sino que produce principalmente bienes espirituales … Sin embargo, una revelación por Mi parte es el mayor bien espiritual que el ser humano puede adquirir en la Tierra …
Haber escuchado Mi discurso en vuestro interior es pruebe se Mi amor, que eclipsa todos los bienes terrenales. Entonces la separación entre el ser humano y Yo se anula; entonces vuelvo a estar tan cerca de él que puede oír Mi voz, y entonces madura en conocimiento, porque Yo Mismo desvelo todos los velos de sus ojos y le permito comprender Mi gobierno y Mi obra, Mi plan eterno de Salvación, y le revelo Mi propio Ser, para que su amor crezca cada vez más y Me sirva tanto en la Tierra como en la eternidad …
Una y otra vez os indico a la comunión íntima Conmigo, que os brinda el mayor beneficio espiritual para vuestra alma. Sin embargo, sólo muy raras veces se presta atención a esas promesas porque requieren una vida de amor y, sin embargo, el cumplimiento … Mi presencia en vosotros y su prueba … es lo más preciado que podéis lograr en la Tierra, y siempre debéis esforzaros por vivir una vida de amor para reconocer la verdad de Mis Palabras cuando todo en vosotros cobre luz y vida, cuando vosotros mismos experimentéis el cumplimiento de Mi promesa … cuando escuchéis Mi discurso y ya no dudéis de Mi presencia …
Amén